Organizada por la Plataforma Vendaval Costa da Morte, con la colaboración del Ayuntamiento de Vimianzo, el OEGA participó en una charla informativa sobre los aspectos económicos del parque eólico Monte de la Croa.
Para las comunidades de Vimianzo la eólica no es desconocida. Con casi 130 MW instalados en 5 parques eólicos, Vimianzo es el ayuntamiento de A Coruña con más potencia instalada en estos momentos, solo superado por los ayuntamientos lugueses de Muras, Abadín y Ourol. Entre los parques de Vimianzo están Monte Redondo, cuya autorización para repotenciamento está pendiente después de haber obtenido una declaración de impacto ambiental favorable, y Barrigoso, un parque eólico singular perteneciente al propio ayuntamiento. Hasta 2019 la potencia eólica instalada en Vimianzo se situaba en los 52,5 MW. Desde 2019, con los parques eólicos Miñón y Tourado-Eixe, y desde el 2022 con el parque eólico Tourado, la potencia se sitúa alrededor de los 130 MW.
En la reunión de la pasada semana, el OEGA compartió con los presentes a facturación estimada por los parques eólico de Vimianzo hasta el día de hoy. Si bien hasta 2019 la facturación de los parques eólicos de Vimianzo se situó alrededor de 12 millones, a partir de ese año se produjo un incremento espectacular alcanzando los 45 millones de euros en 2022. Esa facturación se alcanzó incluso con reducciones de la producción eléctrica.
El parque eólico Monte da Croa está autorizado por la Xunta de Galicia desde hace unos meses y tiene solicitada la declaración de utilidad pública. Contará con 7 aerogeneradores que totalizarán 27 MW de potencia instalada. El área de barrido será de 14.500 metros cuadrados, ocurriendo a una altura a punta de pala de 180 metros. Con una inversión de casi 28 millones de euros, se estima una producción anual de casi 95 GWh, lo que supondrá una productividad de casi 3.500 horas anuales, nunca antes alcanzada en estas tierras de Soneira.
La empresa está ofertando unas condiciones económicas bastante alejadas de la media gallega y muy lejos de los contratos más beneficiosos que se están firmando en estos últimos meses. El pleno dominio y los caminos son ofertados a un pago anual de 0,95€ por metro cuadrado, mientras que las servidumbres a 0,47€ por metro cuadrado. Si consideramos la relación de bienes y derechos afectados como la cantidad de tierra que la empresa está dispuesta a indemnizar, el total de los pagos serían de 182 mil euros el primer año. Si estimamos la facturación del parque eólico de acuerdo con los precios de la electricidad, aquella renta para las propietarias se situaría entre el 1,12% de la facturación (con los precios de 2022) y el 3,70% (con los precios de 2020).
Durante la actividad de asesoramiento, el OEGA manifestó que las afecciones territoriales de este parque eólico alcanzarían más de 90 hectáreas, cuando consideramos el cambio de cualificación urbanísticas que se producirá, y 775 hectáreas al calcular las zonas de exclusión de competidores. Esas dos afecciones son reales pues su aplicación está legislada en la Ley 8/2009 que regula el aprovechamiento eólico en Galicia. Y consecuencia de esas afecciones las propietarias de Vimianzo y Dumbría, el ayuntamiento donde se situará la subestación y por el que discurrirán parte de las servidumbres, perderán derechos presentes y futuros. Sin embargo, en la relación de bienes y derechos afectados la empresa promotora solo incluye 23,56 hectáreas.
El Observatorio mostró los números que son comunes en los contratos firmados en los últimos meses en Galicia. El más significativo es el precio anual de 1,36 € por metro cuadrado para el pleno dominio y 0,85 para las servidumbres. Pero, además, hay empresas que están pagando desde el momento de la firma de los contratos, sin esperar ni al inicio de las obras ni a la puesta en marcha del parque eólico. Por otra parte, la facturación fija del 2,75% como parte para los propietarios también está siendo una opción atractiva.
OEGA defiende siempre que es necesario negociar conjuntamente las condiciones de los contratos, huyendo de acuerdos individuales que siempre benefician a la promotora y perjudican a las comunidades locales. Asimismo, se recomienda que el ayuntamiento sea la entidad que aglutine todos los intereses locales e incida en una negociación colectiva. El hecho de considerar un contrato con cláusulas de salvaguarda, como el diseñado por el OEGA, para los intereses del vecindario también es de suma importancia.
Nuestra insistencia siempre va en la dirección de fortalecer la posición de las comunidades rurales, sin que eso impida el desarrollo del parque eólico. Si hay empresas que pagan desde lo principio y que desembolsan cantidades mucho mayores, incluso con horas de funcionamiento menores, es que las cuentas empresariales dan para una participación más justa de las comunidades locales.
El vecindario local debe saber que los parques eólicos llegan a nuestras aldeas para quedar en ellas durante toda la vida. Las decisiones vecinales precipitadas no son buenas consejeras. Y si la ciudadanía rural se mantiene unida y negocia conjuntamente las oportunidades de mejorar los resultados para las comunidades locales son mucho mayores.