El pasado sábado 28 de septiembre, el OEGA participó en el encuentro estatal «Comunidades Energéticas contra la Vulnerabilidad” organizado por la Plataforma por uno nuevo modelo energético. Una iniciativa ciudadana que defiende la transición cara un modelo energético socialmente justo y ambientalmente sostenible.
El encuentro se celebró en la Ecooo, espacio comprometido con la promoción de un modelo energético renovable, sostenible y distribuido en manos de la ciudadanía. Reunió la destacadas entidades como a la propia Plataforma por uno Nuevo Modelo Energético (Px1NME), la Coalición por la Energía Comunitaria, Oficina de Transformación Comunitaria Ecooo, OTC EMSV Getafe: Comunidad Energética Getafe, Comunidad Energética Garesbide, Institucional Seo Birdlife: Autoconsumo compartido en el barrio de Vallecas en Madrid, Comunidad Energética Torreblanca Ilumina en Sevilla, Comunidad Energética Catarroja en Valencia, Comunidad Energética La Bordeta en Barcelona y la Comunidad Energética Energía Bonita en La Palma.
La participación del OEGA, totalmente alineada con los objetivos del proyecto EC4RURAL, subraya nuestro compromiso con la participación ciudadana y la inclusión de colectivos vulnerables en el desarrollo de comunidades energéticas sostenibles. Reconociendo que la transición energética solo será justa y efectiva si se construye desde la cooperación activa de todas las personas. Además, valora la importancia de tejer redes entre proyectos e iniciativas existentes, fomentando un intercambio de conocimientos que fortalezca el impacto colectivo y permita alcanzar soluciones más eficientes y equitativas frente a la crisis energética.
El encuentro se organizó a través de tres espacios de debate. Una primera mesa de debate en torno al marco europeo de las CE sobre las posibilidades que ofrecen para colectivos vulnerables. La segunda mesa giró en torno a experiencias de CE para paliar la pobreza energética, abordando la participación y la inclusividad de este tipo de iniciativas desde las administraciones, organizaciones del tercero sector y la ciudadanía. Finalmente, se realizó una dinámica por grupos de trabajo, que tuvo como objetivo sintetizar los aprendizajes del encuentro a través de tres bloques temáticos: propuestas destacadas del encuentro, medidas que se echan en falta y el papel de la administración en torno a las CE.
En el marco del Encuentro, el Observatorio Eólico de Galicia obtuvo importantes aprendizajes que refuerzan su misión de fomentar una transición energética justa e inclusiva. En primer lugar, se destacó que las comunidades energéticas no solo son una herramienta técnica para la generación y gestión de kilovatios, sino que también constituyen un espacio interrelacional con una fuerte dimensión social, funcionando como plataformas de pedagogía energética y transformación comunitaria. Además, estas iniciativas permiten visibilizar las deficiencias del modelo eléctrico actual, que precariza y vulnerabiliza a sectores amplios de la población, posicionándose como un altavoz para reivindicar el derecho a la energía como un bien básico.
Otro aspecto clave es el riesgo de que grandes empresas coapten el concepto de comunidad energética, lo que subraya la necesidad de consolidar comunidades energéticas que operen de forma autónoma y verdaderamente inclusiva, evitando prácticas que instrumentalicen a las personas o recurran a visiones asistencialistas. Se hizo evidente que el éxito de estas iniciativas depende de un trabajo multidimensional, en el que la participación activa de la ciudadanía es fundamental, ya que permite que las CER se construyan desde abajo, con un enfoque inclusivo que responda a sus propias necesidades y aspiraciones. Además, involucrar a sectores como a los ayuntamientos y los servicios sociales resulta crucial para mapear a las personas en situación de vulnerabilidad y canalizar su integración en las comunidades energéticas.
Asimismo, se identificó la necesidad urgente de contar con personas especializadas en facilitación y dinamización, esenciales para promover la participación social activa y mantener la cohesión dentro de las comunidades energéticas, evitando que estas iniciativas se desintegren.
Finalmente, se subraya la importancia de promover la participación a través de unidades de convivencia en lugar de hacerlo a través de contratos individuales (CUPS), combatiendo así la hendidura de género que a menudo limita la participación a los titulares del servicio, en su mayoría hombres. Se insiste en la capacitación y formación colectiva como pilar fundamental para una toma de decisiones democrática y equitativa en el seno de las comunidades energéticas, así como en la generación de buenas prácticas que se consoliden como referentes y propicien el intercambio de saber entre las CE. Por último, se destaca la relevancia de establecer un fondo de solidaridad que permita a las personas con menos recursos integrarse plenamente en las iniciativas, cubriendo los costes de entrada y garantizando así una verdadera economía social.
El OEGA y el proyecto EC4RURAL trabajamos conjuntamente en todas esas líneas, estableciendo alianzas con terceros y promoviendo iniciativas de transición energética que sean inclusivas e igualitarias.