OEGA informaba hace unos días del boom que se observa en la petición de parques eólicos a través del Ministerio para la Transición Energética y el Desafío Demográfico. Son proyectos que superan los 50 MW de potencia o que afectan a dos Comunidades Autónomas.
De entre todos ellos, queremos destacar los 3 proyectos que están en marcha para la provincia de Ourense, uno de ellos afectando también a varios ayuntamientos de la provincia de León. Son los parques eólicos de Rebordechao, Barjas y Prada. Los dos primeros acaban de entrar en fase de consultas iniciales. Esto significa que diversas organizaciones públicas y privadas están siendo consultadas sobre el alcance de la evaluación del impacto ambiental. OEGA informó del inicio de estos procedimientos a los ayuntamientos afectados.
¿Cuánta potencia se quiere instalar?
El PE de Rebordechao tendría una potencia total de 154 MW. Serían 28 aerogeneradores de 5,5 MW de potencia unitaria. Los aerogeneradores se situarían en Laza (13 aerogeneradores), Maceda (entre 4 y 5 aerogeneradores) y Vilar del Barrio (entre 11 y 12 aerogeneradores y subestación).
El PE de Barjas tendría una potencia total de 121 MW. Serían 22 aerogeneradores de 5,5 MW de potencia unitaria. La totalidad de los aerogeneradores se situarían en Barjas, provincia de León. En el ayuntamiento leonés de Oencia iría la subestación.
El PE de Prada tendría una potencia total de 170,5 MW. Serían 31 aerogeneradores de 5,5 MW de potencia unitaria. Los aerogeneradores se situarían en A Veiga, Carballeda de Valdeorras y O Barco de Valdeorras. No es fácil, con la información disponible, asignar los 31 aerogeneradores a cada uno de los tres ayuntamientos debido a que se sitúan mayoritariamente sobre sus líneas divisorias (13 aerogeneradores). La subestación estaría en el Barco de Valdeorras.
Los tres parques totalizan 445,5 MW, de los que 324,5 (los de Rebordechao y Prada) estarían totalmente en ayuntamientos de Ourense. En la actualidad, la provincia de Ourense cuenta con 220,44 MW instalados en Castro Caldelas, Chandrexa de Queixa, Montederramo, Avión, Carballeda de Avia, Melón, O Irixo, Baltar, Cualedro, Xinzo de Limia, Nogueira de Ramuín, Xunqueira de Espadañedo, Parada de Sil, Esgos, Bande e Verea. Asimismo, comparte con la provincia de Pontevedra 186,6 MW. El impacto en términos de potencia sería, por lo tanto, muy significativo.
Los nuevos aerogeneradores en Ourense de esos dos parques eólicos tendrían una potencia unitaria de 5,5 MW: más del doble de la potencia de los mayores existentes hasta ahora (el Parque eólico O Vieiro, instalado en Bande y Verea en el año 2009, tiene 3 aerogeneradores de 2 MW, y esa misma potencia tienen los 11 aerogeneradores del parque eólico Ampliación Serra do Burgo puesto en marcha a finales de 2004 en los ayuntamientos de Montederramo y Chandrexa de Queixa).
Más de 75 kilómetros de Líneas de Conexión
Los tres parques evacuarían la energía en la provincia de Ourense a las Subestaciones ya existentes mediante líneas aéreas de evacuación de 220 kV. Esas líneas procederían desde cada una de las nuevas subestaciones de cada parque, donde se juntaría toda la energía producida en cada aerogenerador.
En el Ayuntamiento de Vilar do Barrio se construiría la subestación del PE de Rebordechao. Desde aquí se conduciría de forma aérea hasta la a Subestación Sil-Meda. La línea pasaría por los ayuntamientos de Maceda, Montederramo, Xunqueira de Espadañedo y Nogueira de Ramuín. Tendría unos 20 kilómetros de recorrido, aproximadamente.
El PE Barjas y el PE Prada evacuarían en la Subestación de Trives hasta donde llegaría la electricidad desde sus respectivas subestaciones transformadoras. En el primero caso, desde el municipio leonés de Oencia el trazado de la Línea de 220 continuaría por Vilamartín de Valdeorras (parroquias de San Vicente de Leira, Cernego, San Miguel de Outeiro, Valencia do Sil, Correxais), Petín (parroquia de Santoalla do Monte ), O Barco de Valdeorras (parroquia de Santa Mariña de Monte), Larouco (parroquia de Seadur), San Xoán de Río (parroquias de San Xurxo y San Xoan de Río) y Quiroga (parroquias de A Enciñeira, Montefurao, Vilanuíde y Valdeorra) hasta A Pobra de Trives (parroquia de Navea). La línea aérea tendría una longitud total de 53,56 km.
Para el caso del PE Prada, desde la subestación del Barco se conduciría la electricidad hasta Petín (unos 3 kilómetros) donde empataría con la línea que procedente desde Oencia conduce la electricidad hasta Trives.
Por lo tanto, los 3 parques evacuarían la electricidad en la provincia de Ourense mediante nuevas líneas de alta tensión de 220 kV, construidas en una longitud de 76 kilómetros, aproximadamente.
El Caso especial del PE Barjas
Llama la atención este parque eólico por el hecho de que todos sus aerogeneradores estarían situados en León, mientras que serían los ayuntamientos de Vilamartín de Valdeorras, Petín, Larouco, A Pobra de Trives y San Xoán de Río, de Ourense, y Quiroga, de Lugo, los que albergarían la Línea de Evacuación de la energía, hasta el punto de conexión en Pobra de Trives.
¿Quién es la promotora?
La promotora de los tres parques eólicos se denomina Desarrollos Renovables Iberia Delta S.L. Es una filial del Grupo Statkraft. Este grupo es propiedad completa del Estado de Noruega. Como ocurrió en España y en otros países europeos, en los años 90 se produjo en el país escandinavo la liberalización del mercado eléctrico. Esta liberalización provocó que Statkraft continuase siendo una empresa totalmente pública pero gestionada con criterios empresariales. Y se convirtió en un actor global de la producción eléctrica, estando presente en Europa, América y Asia.
Sin embargo, los resultados de la liberalización en España fueron totalmente diferentes. En España en los años 90 también había capital público en la generación eléctrica: ENDESA era 100% pública. Hoy ya no lo es. Curiosamente, lo que era ENDESA ahora está bajo el control de Estado italiano: el Ministerio de Economía y Finanzas de Italia es su principal accionista.
Esta situación de participación pública en las empresas eléctricas no es algo específico de Italia. Por ejemplo, el fondo soberano de Catar controlado por la Autoridad de Inversión de Catar es uno de los principales accionistas de Iberdrola, un actor muy importante en el sector renovable gallego. En el caso de EDP, que en Galicia actúa como EDP España, S.A.U. o EDP Renovables, S.A., el Estado chino controla alrededor del 20% de su capital, y también participan el mencionado Fondo Soberano de Catar y Norges Bank, el banco central de Noruega.
El Estado español no tiene participación alguna en el sector, pero podría tenerla, nada lo impide. A nivel gallego, la CCAA tiene una participación simbólica en varios parques eólicos. Por su parte, 13 ayuntamientos gallegos son propietarios de 40 MW, en los denominados parques eólicos singulares.
¿Habrá un impacto diferenciado sobre lo entorno rural?
Desde OEGA nos ha llamado la atención como el nivel de responsabilidad social de las empresas condiciona y determina su respuesta en relación al tipo de interacción que se establece entre las promotoras y las comunidades rurales. Observamos empresas con mayor responsabilidad social, y flexibles a facilitar la participación de esas comunidades rurales, y empresas cuyo único objetivo es asentar los MW en las tierras rurales, estando dispuestas a imprimir una dinámica de imposición de condiciones poco ventajosas para las comunidades rurales. ¿Qué va a pasar en este caso? Como no tenemos constancia de ninguna actuación previa de Statkraft o de sus filiales en Galicia nada podemos decir al respeto. Sólo aguardamos que se sitúen en el grupo de las empresas socialmente más responsables y ambientalmente más sensibles para que el aumento de la capacidad renovable instalada también sea útil para dinamizar sustentablemente a las comunidades rurales.
Cabe mencionar, finalmente, que estos parques eólicos se sitúan en las cercanías de varios espacios incluidos en la Red Natura (como por ejemplo, las Zonas Especiales de Conservación Ancares-Courel y Macizo Central) y sus infraestructuras de evacuación atraviesan zonas ambientalmente frágiles. En consecuencia, será necesario extremar todas las medidas de cautela para que estas hipotéticas infraestructuras no provoquen daños ambientales irreversibles.